No bajes la guardia ante el COVID 19
07
Oct
La noción de que la comida es la mejor fuente de vitaminas y minerales que necesitamos, no es nueva. Pero en los últimos años, el mensaje se ha vuelto más fuerte: nuestros cuerpos prefieren las fuentes naturales de vitaminas y minerales, simplemente porque se absorben mejor de esa manera, ¿esto significa que los suplementos de vitaminas y minerales no son necesarios en absoluto? En realidad no. Hay varias afecciones médicas que ponen a las personas en mayor riesgo de desarrollar deficiencias nutricionales y algunas enfermedades se pueden prevenir y tratar con ciertos suplementos de nutrientes.
Desde el anuncio de la pandemia de COVID-19, la cuarentena y la Nueva Normalidad, nuestros hábitos alimenticios tomaron un lugar primordial para nuestro cuidado, además de seguir las mejores prácticas para manipular y preparar alimentos en casa, hacer las compras de manera segura y realizar una limpieza frecuente, nos dimos cuenta del papel que desempeñan la dieta y la nutrición en nuestro sistema inmunológico.
La nutrición y el sistema inmunológico, así como la probabilidad de enfermarse, son factores relacionados. Es por eso que las personas con deficiencias nutricionales tienen un mayor riesgo de contraer infecciones virales y bacterianas. Aunque todavía queda mucho por aprender sobre los efectos de los nutrientes en COVID-19, existen algunos estudios previos relacionados con nutrientes específicos y sus efectos sobre otras infecciones virales.
Debido a sus beneficios con respecto a algunas infecciones virales, ciertos suplementos de vitaminas y minerales podrían ser útiles para mejorar nuestra inmunidad.
El zinc es fundamental para una adecuada respuesta inmunitaria, tomar este mineral puede reducir la duración del resfriado común, acorta la duración de los síntomas de la gripe y ayuda en la recuperación. Debido a que es necesario para la función de las células inmunes y la señalización celular, una deficiencia puede conducir a una respuesta inmunitaria debilitada. Los suplementos de zinc estimulan determinadas células inmunitarias y reducen el estrés oxidativo.
La vitamina C actúa como antioxidante, limitando la inflamación y el daño de los tejidos asociados con la respuesta inmune. Algunos estudios han demostrado que puede reducir significativamente la incidencia de infecciones del tracto respiratorio. El uso clínico en pacientes en cuidados intensivos ha dado buenos resultados, la vitamina C ayuda a superar las infecciones respiratorias más rápidamente y logran que los síntomas sean menos graves. No bajes la guardia y sigue cuidándote con suplementos y buena alimentación.